Había salido del hospital y mi brazo se encontraba mejor, vendado pero mejor. Caminaba por las calles de Konoha mientras los aldeanos me miraban alejarme, de pronto una niña se me acercó.
-Señora Hokage, va a irse de la aldea- me dijo.
Me agaché y le dediqué una sonrisa.
-Pequeña... no me iré... seguiré estando con ustedes, pero en otra forma- dije colocandole el dedo donde estaba el corazón.
-Pero volverá a visitarnos, no?- me preguntó.
-Pues claro que si pequeña... aunque la aldea de la Estrella quede lejos, siempre vendré a visitar Konoha- le dije.
Me levanté y continué caminando hasta encontrar la entrada. Me giré y heché un vistazo a la aldea antes de emprender el camino hacia Hoshigakure.