Me desperté en casa luego de haber sido nombrado el Tsuchikage de la Aldea. Sin embargo, ese día el anterior Kage de la Aldea de la Roca aún debía dejar algunos asuntos terminados que le faltaban hacer, y que le llevarían el resto del día. Por ello me vestí rápidamente y preparé algo de ramen para pasar el día fuera. Me dirigí al lago Yoru. El día se presentaba magnífico. Llegué sin mayores problemas hasta allí. Sin embargo, me sorprendí de ver a la Amekage en el lugar. Yo llevaba mis ropas de Kage, por lo que sin duda sabría quien era, o, mas bien dicho, que posición ocupaba. Me acerqué a ella. Se encontraba tocando el violín. La forma en que tocaba el instrumento era genial. La música envolvía todo el ambiente. Me quedé callado, escuchando la música producida por la joven. Cuando terminó de tocar me acerqué a ella. Le dije a sus espaldas

Nada mal, Amekage... Nada mal.

Vi como la Kage de la aldea de la Lluvia hacía unos sellos. Rápidamente me había preparado para contraatacar. Pero solo resultó ser un clon. Le ordenó algo. Solamente le dijo "Ya sabes que hacer". Desgraciadamente no sabía que era eso. Sería espiarme? Llamar refuerzos? Sin embargo hasta que no apareciese nadie no podría saberlo. De mientras seguiría normalmente.

Pues me llamo Ginkotsu Uchiha. Como sa habrá dado cuenta, soy el nuevo Tsuchikage. Aunque no se hace cuanto es usted Kage. Si es nueva tal vez no lo sepa. Sin embargo, ahora me gustaría saber algo. Podría decirme usted su nombre?

Miré a la joven Kage al rostro. La joven era decididamente bella. Sin embargo había algo que me llamaba la atención. Sus ojos blancos. No podía ocultar el hecho de ser una Hyuuga. Sin embargo ya veríamos como se desarrollaba todo

La amekage se acercó bastante a su rostro. Así que se llamaba Kimberly. No me sonaba en absoluto. Cuando se acercó, también me sujetó el rostro. Me miró fijo a los ojos. Eso hizo que me pusiese nervioso. Sin poder refrenar mi curiosidadm le pregunté

Oiga... pero... que esta haciendo?

Sin embargo hizo caso omiso de mis palabras y siguió sujetándome. Empezé a sonrojarme. Si alguien nos hubiese visto en esa situación sería algo extraño. Sin embargo poco despés me soltó y me preguntó si quería ir con ella a su aldea, donde podríamos habar en un lugar mas privado. Debía admitirlo... La idea me ponía nervioso. Pero no dudé al responder

Pues claro que sí. No tengo problema alguno en acompañarla. La sigo

Cuando ella mencionó eso, me sonrrojé aún mas. La verdad que me preguntaba que querría la amekage. Pues... una charla en un lugar mas privado... Algo que yo interpretaba como un cumplido... Sin embargo no tardaría en averiguarlo.

Pues si se está autodefiniedo como bella, tiene toda la razón. Desde mi punto de vista es bellísima. Sin embargo, le ruego que no tome mis palabras a mal. Simplemente le expreso mi punto de vista.
No tenía la menor idea sobre si eso haría que ella se enfadase. Pero siempre es mejor decir las cosas como son y de frente si es posible. Y eso es lo que había hecho en ese momento