despues de conocer a Hinata decidi reflexionar sobre mis padres y la guerra que lei en el libro donde jirachi escribio.en eso llegando a la montaña veo una persona conocida y decido acercarme tranqui y si es un enemigo listo para atacar.
cuando me doy cuenta era Hinata asi que corri a saludarla aunque esta vez porque estaba aqui y si seria coincidencia sobre este reeencuentro.

-Miré el suelo al haber preguntado eso, pero sin embargo sonreí.- Facundo-Kun, no debes lamentarte, ellos estan en un mejor lugar, seguro si te vieran ahora, estarian realmente avergonzados, ellos no quieren que sufras por algo así. No más.-Lo miré intentandole darle animos, después de todo supongo que era un amigo mio.

-Al acabar de decir eso, le volví a sonreír, quizá Facundo-kun se había quedado pensando en lo qué habia dicho ya que practicamente no se había movido. Al abrir y cerrar los ojos, Facundo-kun.. ¿me había besado?; lo que hizo que mi cara se tornara de un color carmezí más fuerte. Me separé de él sin saber qué decirle, sólo sabia qué no podia verle a los ojos.

-Me llené un poco de valor, ya que siempre me habia decidido a ser menos tímida y decir lo que pensaba, aunque normalmente me era imposible.- ¡Fa-facundo-kun, ta-también me gustas!.-Lo dije algo alto, realmente no sabía que me habia pasado en ese entonces.- Pe-pero..

-Era bastante extraño, nunca había tenido tanto valor, lo abrazé también apenas con las mejillas bastante rojas, lo miré. Y cada vez que me besaba más rojas se volvian mis mejillas. Hasta que completamente mi rostro se tornó de ese color, como si tubiera fiebre o algo parecido.

-Lo miré he intenté responderle.- Fa-facundo-kun... Bueno yo.. Nada.-Intenté, pero no pude, me quedé pensando ante su propuesta, aunque quizá estaria algo difícil, por los entrenamientos, y sobre todo mi padre.- N-no lo sé, Facundo-kun.-Dije en un tono bastante bajo, no esperaba que Facundo-kun siquiera me escuchara.-

-Le miré y sonreí, extraño, apesar de que habia comprendido mi situación y los ideales de mi padre. Me senté en el suelo algo lejos de Facundo-kun y me quedé pensando, 'Quizá Hanabi, habia mejorado', tenia que superarle, siempre habia sido mucho más fuerte qué yo. Era algo desilucionante de vez en cuando.