Después de tanta deliberación mental, y un debate interno acerca de qué hacer con mi vida en este momento -sin duda una gran decisión- terminé aterrizando sobre el lago, Está chamuscado, con sus ramas y tronco ennegrecidos, con un aspecto algo fresco. Para mí está bien, es agradable. Desde mi posición sentada en el suelo, debajo de un árbol apoyándo mi espalda en el tronco, observo la tranquilidad del lugar. No hay ni un alma en que vague por aquí, . Con un suspiro, y sin moverme un ápice, mis ojos grisáceos se quedan fijos en las aguas, como esperando a que ellas mismas me den una correcta solución a varios de mis problemas. Hacía una briza verdaderamete increíble, al parecer la mañana refrescaba mis ideas sobre las cosas que tenía por hacer hoy.